18 de febrero del 2025
Santiago 2:1-13
DIGA “NO” A LA DISCRIMINACIÓN
“Ustedes, hermanos míos, que creen en nuestro glorioso Señor Jesucristo, no deben hacer discriminaciones entre una persona y otra”. Santiago 2:1
¿Qué piensa usted del favoritismo y la discriminación? Según las estadísticas, es muy probable que en algún momento de su vida haya experimentado un trato desigual. Es algo que puede manifestarse incluso en las familias, donde tristemente algunos padres muestran preferencias hacia ciertos hijos, o viceversa. También es algo común en la escuela, el trabajo, los equipos deportivos y en la sociedad en general. Para el apóstol Santiago, esta no es una cuestión menor en la vida cristiana. Nuestra fe en el Señor Jesucristo debe reflejarse claramente en la forma en que tratamos a los demás. Deshonramos su nombre cuando, en nuestras reuniones, hacemos distinciones o mostramos favoritismos hacia ciertas personas. El ejemplo que él presenta, donde se favorece a un rico por encima de un pobre, es contundente y revelador. ¿Le resulta familiar? Con ciertos matices, este es un cuadro común en algunas iglesias. A menudo, nos sentimos inclinados a honrar a las personas pudientes mientras menospreciamos a quienes carecen de recursos. Esta actitud, sin embargo, contradice los principios fundamentales de nuestra fe cristiana. Para quienes creemos en un Señor glorioso, no podemos permitir que un anillo de oro o una vestimenta lujosa opaquen su resplandor. Estamos llamados a tratar con imparcialidad a todas las personas, sin importar si son ricas o pobres.
Te pedimos, perdón, oh Dios, porque aun hacemos distinciones en nuestras reuniones. Te rogamos que nos ayudes a mostrar el carácter de Cristo a todos. En su nombre oramos, amén.
Suena bastante familiar. Nos gustan los caminos cómodos, las soluciones fáciles, las opciones que no requieren gran esfuerzo. Eso puede ser saludable en ocasiones, y convertirse en un estilo de vida, al grado de evadir los caminos poco transitados, pero puede ser un problema al entrar en el terreno espiritual. Hay elementos de la vida cristiana que no se pueden eliminar, eludir, o minimizar, aunque la mayoría prefiera mirar para otro lado. Es el caso del amor en la vida cristiana. Es fácil hacerlo a un lado y poner atención a otros elementos de nuestra fe y práctica. Pero eso solo nos aleja de lo que distingue a un verdadero discípulo: el amor los unos por los otros. Esperamos que estos devocionales nos ayuden a profundizar nuestra comprensión del amor de Dios, y a permitir que nuestra vida se caracterice más y más por el amor al prójimo.
Huascar de la Cruz
Es casado y tiene 4 hijos. Ha sido pastor en México por largo tiempo, y en la actualidad funge como director de Ministerio Reforma.