13 de noviembre del 2024
Jeremías 2:1-8, 13
¿QUÉ TE HARÍA ALEJARTE DE DIOS?
“¿Qué de malo encontraron en mí sus antepasados, que se alejaron de mí?”. Jeremías 2:5
Uno de los peligros de la tecnología actual es la tentación de navegar sin rumbo fijo en las redes sociales o en las páginas electrónicas. A veces comenzamos buscando una receta culinaria, y terminamos distraídos con un programa contra la diabetes. Otras veces es la actualización publicada por un amigo que no habíamos visto en años, y antes de que nos demos cuenta, hemos pasado una hora deambulando en la internet sin un objetivo claro. Algo similar puede ocurrir en nuestra vida espiritual. El pecado raras veces nos atrapa sin que le demos ocasión. Lo que hace más bien es comenzar con una pequeña mentira, un rencor que no queremos soltar, o por aceptar una copa. En ocasiones, puede ser demasiado tarde cuando nos demos cuenta que nos hemos adentrado en lugares a los que nunca pensamos llegar. Por eso es bueno escuchar las advertencias que los profetas hicieron al pueblo de Dios por desviarse del camino de Dios. Lo que más sorprende de este extravío es que haya ocurrido por ir “tras ídolos que no sirven para nada” (v. 8), y, al final, “en nada se convirtieron ellos mismos” (v. 4). ¡Qué bendición es que Dios haya enviado a su Hijo para buscar lo que se había perdido! En lugar de desplazarnos sin rumbo por la vida, sigamos a este Salvador para mantenernos cerca de Dios.
Bendito Dios, a veces no nos damos cuenta cuando nos alejamos de ti. Danos la guía de tu Espíritu para no desviarnos del camino correcto. En Cristo, Amén.
En algún momento de nuestras vidas, muchos de nosotros hemos tenido la oportunidad de salir de viaje, aunque sólo fuera por un día o dos. Algunos, hemos salido de casa para estudiar o para buscar trabajo. Puede que nuestro tiempo fuera estuviera planeado y nos diera mucha alegria. Otras veces, sin embargo, nuestros viajes pueden ser imprevistos y estresantes. Nuestros viajes pueden estar provocados por acontecimientos que nos impulsan o incluso nos obligan a ir a buscar un nuevo hogar. En cualquier caso, necesitamos saber que al final del camino hay un lugar al que podemos pertenecer, un lugar al que podemos llamar hogar. La vida cristiana es así . A veces podemos viajar tranquilamente, dsifrutando de las bendiciones de la comodidad y la alegría que Cristo trae. Otras veces podemos sentirnos exigidos, desafiados e incluso desarraigados en nuestra vida espiritual. Aunque los desafíos pueden ayudarnos a crecer en la fe, necesitamos saber que a lo largo del camino Dios está siempre con nosotros. Afortunadamente, el Dios que nos llama a tener fe en su Hijo, Jesucristo, siempre cuida de nosotros, prometiendo no dejarnos ni abandonarnos jamás. Este es el Dios de la gracia y el perdón, que nos llena de su Espíritu y nos acoge para que disfrutemos de la vida en su presencia, dándonos un lugar al que llamar hogar dondequiera que estemos. Este mes vamos a reflexionar sobre estas cosas mientras exploramos algunos pasajes de la biblia sobre el hogar.
Joel vande Werken
Ha sido pastor desde el año 2007, sirviendo en iglesias en Sussex, nueva jersey y en Whitinsville, Massachusetts. Él y su esposa, Brandie, tienen cuatro hijos pequeños.