22 de julio del 2024
Rut 1:1-22
NOEMÍ Y RUT: MENTORA NO INTENCIONAL
“Pero Rut le contestó: —¡No me pidas que te deje y que me separe de ti! Iré a donde tú vayas, y viviré donde tú vivas. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios será mi Dios”. Rut 1:16
A veces, también se puede ser mentor de alguien sin siquiera proponérselo. Incluso, puede darse el caso que intentemos evitar influir o estar con alguien a toda costa y, aun así, dejar una huella profunda en esa persona. Así ocurre con Nohemí, una israelita que vivió en tierra extranjera en el tiempo de los jueces. Allí sufrió la abrumadora pérdida de su marido y sus hijos y eso la obligó a emprender el camino de regreso a su tierra. Ella se describe como una persona amargada y vacía, y por lo mismo, no se veía a sí misma como una mentora digna de sus nueras. Lo que este relato nos muestra es que sus nueras sentían un fuerte apego hacia Noemí. Cuando ella las anima a que no la acompañen a su tierra natal, estas jóvenes le declaran su lealtad: “¡Nosotras volveremos contigo a tu país!”. Noemí les explica que en su tierra natal no hay prácticamente ninguna esperanza de que formen una nueva familia. Mientras que Orfa se despidió, Rut no se deja convencer de abandonar a Noemí. “Tu pueblo será mi pueblo y tu Dios mi Dios”, dice Rut con mucha seguridad. Nunca sabemos qué influencia pueden tener nuestras palabras y acciones en la vida de los demás, incluso si nos sentimos vacíos. Nuestra vida es un ejemplo para los demás de cómo es el cristianismo, sea que elijamos ser mentores o no. ¿Qué verán los demás al relacionarse contigo?
Señor, danos el valor de dar un ejemplo piadoso para que otros lo sigan. Concede que otros te vean a través del amor que compartimos. En el nombre de Jesús, Amén.
En nuestro peregrinaje en la vida cristiana, todos necesitamos alguna vez de un consejero, un guía o un maestro. Ellos nos ofrecieron aliento y dirección a través de sus consejos sabios, su intervención oportuna y su conocimiento de la Escritura. Sin embargo, a veces se nos olvida que así como recibimos un apoyo así, también debemos estar dispuestos a ofrecerlo a otros. Y las oportunidades para hacerlo abundan sobre todo en un tiempo en que muchos cristianos se encuentran desconcertados y desorientados. Las Escrituras están llenas de personas que sirvieron como mentores a otros. Su ejemplo de fidelidad a Dios y amor al prójimo se recoge, a veces en relatos cortos pero memorables. Por esto, en este mes exploraremos cómo las Escrituras hablan sobre lo que ser mentor significa y, por supuesto, sobre la bendición de escuchar y aprender de otros. Ojalá seamos dóciles y estemos dispuestos a enseñar. Oramos para que la Palabra de Dios te refresque, te reoriente y te renueve.
Steven y Deb Koster
Steven y Deb Koster son apasionados por las familias, los matrimonios y el crecimiento espiritual en el hogar. Pertenecen a la Iglesia Cristiana Reformada de Norteamérica. Steven trabajó anteriormente como editor de Today y Deb dirige Family Fire, el ministerio familiar de ReFrame. Los Kosters tienen tres hijos.