Romanos 15:1-13
COMO DIOS NOS ACEPTA
“Así pues, acéptense los unos a los otros, como también Cristo los aceptó a ustedes, para gloria de Dios”.
Romanos 15:7
A todos nos gusta recibir la aprobación de los demás. Todos queremos saber que, aun con todos nuestros defectos, seguimos siendo apreciados, queridos y valorados. Queremos que los demás nos acepten tal como somos sin intentar cambiarnos. A veces ni siquiera nos preguntamos si una aceptación incondicional es posible o deseable todo el tiempo. Sobre todo, cuando hay rasgos de carácter o conductas pecaminosas que la Biblia nos dice que deben ser transformadas.
Tenemos mucho que aprender de Dios en este respecto. Es maravilloso saber que él nos recibe sin tener que pasar un test de buena conducta o después de revisar nuestro árbol genealógico. Él nos ama con todos nuestros defectos, y fuimos amados cuando aún éramos pecadores. Dios nos ama tanto que dio a su único Hijo por nosotros (Juan 3:16). Y él nos sigue amando a pesar de nuestras fallas y defectos, porque él tiene un plan extraordinario para nuestra vida en el que no se va a rendir: hacernos a la imagen de su hijo Jesucristo.
Por lo mismo, Dios nos llama a ver a los demás a través de sus ojos. Nos llama a aceptar a los demás como él lo hace; como hijos de Dios, amados y rotos, creados a su imagen y semejanza. Por lo mismo, vamos a tener diferencias en cosas secundarias, como la comida y el vestido, pero nada de eso debe hacernos desistir de mostrara el amor de Cristo hacia los demás.
Bendito Dios, danos tus ojos para vernos unos a otros como tus hijos preciados. Te rogamos que nos hagas más como Jesús. En Cristo, Amén.