Filipenses 4:1-9
UNA MENTE DISCIPLINADA
“Piensen en todo lo verdadero, en todo lo que es digno de respeto…”
Filipenses 4:8
Es difícil que pase un día sin que nuestras mentes sean bombardeadas con pensamientos negativos, distracciones y obscenidades. Basta con que echemos una ojeada a nuestras redes sociales y nuestra mente puede dejarse llevar por una gran cantidad de cosas que no edifican. Por eso, es alentador encontrar una invitación como la del pasaje de hoy que nos exhorta a disciplinar nuestros pensamientos de modo que reflejen el carácter de Cristo.
Al dirigir nuestra atención hacia la verdad, cultivamos la claridad mental y el discernimiento para distinguir entre lo auténtico y lo falso en nuestras vidas. Se trata al fin de cuentas de buscar la integridad en nuestros pensamientos, palabras y acciones, siguiendo el camino de la rectitud y la honestidad en todo lo que hacemos.
La llamada a contemplar lo puro y lo agradable nos lleva a apreciar la belleza y la bondad que nos rodea, a encontrar gozo en las cosas simples y a alimentar nuestro espíritu con lo que nutre y fortalece. Además, al pensar en lo que tiene buena fama y en las virtudes que merecen alabanza, se nos anima a buscar ejemplos inspiradores y a seguir el camino de aquellos que han vivido vidas ejemplares. En fin, se trata de mirar al modelo perfecto de todas estas virtudes, que es Jesucristo, y confiar que por medio de la obra del Espíritu nuestro parecido con él seguirá en aumento.
Te pido Dios que guíes mis pensamientos hacia aquello que es verdadero, honorable y digno de respeto. En Jesucristo, amén.