31 de marzo del 2024
Romanos 5:6-11
LA PRUEBA DEL AMOR DE DIOS
“Pero Dios prueba que nos ama, en que, cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros”. Romanos 5:8
Hoy celebramos la prueba del amor de Dios por nosotros. ¡Jesús ha resucitado, vencedor de la muerte! Él dio su propia vida por nosotros para que nuestra deuda por el pecado fuera pagada, y debido a que resucitó de entre los muertos, podemos tener vida nueva con él para siempre. A través del Espíritu de Dios, nuestra nueva vida comienza ahora, y aunque podamos morir físicamente antes de que Jesús regrese, ¡tenemos la promesa de que nuestros cuerpos también resucitarán cuando él venga por segunda vez! ¡Aleluya! ¡Alabado sea el Señor Dios! El amor de Dios por cada uno de nosotros es eterno, inmutable e incondicional. “Pues Dios amó tanto al mundo, que dio a su Hijo único, para que todo aquel que cree en él no muera, sino que tenga vida eterna” (Juan 3:16). Dios prueba su amor por nosotros por el hecho de que “cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros”, y “cuando todavía éramos sus enemigos, nos reconcilió consigo mismo mediante la muerte de su Hijo”. Tenemos salvación no por nuestro amor a Dios, sino porque Dios nos ama y envió a su Hijo para pagar por nuestros pecados y darnos vida nueva y eterna. Jesús murió en la cruz y resucitó de la tumba para revelar el amor de Dios por nosotros. La obra terminada de Jesús es toda la prueba que necesitamos de que Dios se preocupa por nosotros. ¡El Dios de amor está decidido a salvarnos!
Padre Celestial, gracias por tu increíble amor. Muévenos, a quienes una vez fuimos tus enemigos, a amarte y servirte hoy y siempre, por amor de Jesús. Amén.
El sufrimiento y la muerte de Jesús no fueron obra de la casualidad ni el resultado de un fallo en los planes de Dios. Estas cosas sucedieron según “los planes y propósitos de Dios” (Hechos 2:23). El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, movidos por su asombroso amor por nosotros, los seres humanos, entraron en el pacto de redención por nuestro bien. Y aunque Jesús, el Hijo de Dios, fue crucificado, muerto y sepultado, también resucitó victorioso sobre la muerte, ascendió al cielo y ahora y ahora gobierna todas las cosas para que podamos tener una nueva vida y vivir con Dios para siempre. A lo largo de este mes, seremos guiados a través de pasajes bíblicos que nos ayudan a ver en acción el plan redentor de Dios. Que estas meditaciones le edifiquen en la fe y le ayuden a acercarse al Dios que le ama y quiere que comparta su amor y su vida con las personas que le rodean, cercanas y lejan
Hernandes Dias Lopes
El Rev. Lopes está casado con Udemilta y viven en Sao Paulo Brasil en compañía de sus dos hijos. El pastor Hernandes viaja alrededor del mundo para predicar y enseñar la Biblia.