Proverbios 23:29-35
FRENO AL DESENFRENO
“¿Quién sufre? ¿Quién se queja? ¿Quién anda en pleitos y lamentos? ¿Quién es herido sin motivo? ¿Quién tiene turbia la mirada? El que no abandona jamás el vino”.Proverbios 23:29-30
“¡Y de nuevo volvió a tomar!”. Esto es lo que se escucha en las familias que luchan con personas alcohólicas. Los consejos y amonestaciones no son suficientes para que ellos dejen las copas. Caer en esta adicción no tiene que ver con la edad o la posición social; el alcoholismo sí que no hace distinción de personas.
Lo que sorprende es que el alcohol, una de las drogas más mortíferas, se pueda conseguir de una manera legal en cualquier esquina. Es, por cierto, uno de los negocios más lucrativos, y muy pocos se detienen a leer sus peligros, escritos en letras pequeñas. Claro que sabe promocionarse bien. Si se quiere vivir la vida a plenitud, si se quiere conseguir a la chica de los sueños, si se quieren olvidar los dolores del alma, el alcohol es la solución, se nos dicen subliminalmente muchos anuncios.
¿Cree que cambiaría algo si las bebidas alcohólicas pudieran llevar el pasaje de hoy escrito con letras legibles? No sé cuántos dejarían el alcohol al leer esta advertencia, pero sí sé que la Biblia ofrece la única opción para llenar el vacío del alma: “No se emborrachen, pues eso lleva al desenfreno; al contrario, llénense del Espíritu Santo” (Ef. 5:18). Es solo el Espíritu de Dios que puede dotarnos del dominio propio y la sobriedad que necesitamos para enfrentar las presiones de la vida. ¡Y Dios nos lo da de manera gratuita!
Nuestro Dios y nuestro Padre, ayúdanos a vivir de acuerdo a tu voluntad y líbranos de tomar salidas fáciles. En Jesús nuestro Salvador, Amén.