20 de octubre del 2023
Génesis 37:12-36
EL PERDIDO DE LA FAMILIA
“Luego se la mandaron a su padre, con este mensaje: Encontramos esto. Fíjate bien si es o no la túnica de tu hijo”.Génesis 37:32
La Biblia no intenta ocultar los problemas profundos en la familia de Jacob. Los hijos de Jacob odiaban a José, el favorito de su padre, y la oportunidad de desquitarse de él se presenta cuando su padre lo envía para averiguar cómo van las cosas con el ganado de la familia. Sus hermanos se deshacen de José y encubren su crimen al convencer a su padre de que un animal salvaje le había quitado la vida. Jacob no sabe que se trata de una mentira, y esta tragedia va a dejar una huella imborrable en su vida. Si alguna vez ha enfrentado una tragedia, sabe lo que es no poder apartar de la mente algo así. Van a pasar veinte años antes que sepamos algo de Jacob, y nos enteramos de que su dolor aún persiste. A veces nos cuesta trabajo entender por qué Dios permite estas cosas en nuestras vidas. Son tiempos de confusión y espera, de preguntarnos qué propósitos puede tener Dios en medio de nuestro sufrimiento. Sabemos con certeza que todas las cosas nos ayudan a bien y obran para su gloria, pero no entendemos cómo. ¿Se encuentra luchando con una desesperación semejante a la que Jacob experimentó? Qué alentador es saber que Dios no ha terminado su obra en nosotros. Su propio Hijo “mediante el sufrimiento aprendió lo que es la obediencia” (Hebreos 5:8). Y nosotros también, con Jacob, podemos aprender a esperar en la gracia de Dios.
Oh Dios, enséñanos a confiar en ti, a tener valor y no desanimarnos. En nuestra lucha por entender tus caminos, asegúranos de tu amor en Jesús. En su nombre oramos, Amén.
Jacob es uno de mis personajes favoritos de la Biblia. Pero no creo que me hubiera gustado tanto si lo hubiese conocido al principio de su vida. Era astuto, manipulador y hábil. Actuaba por interés propio y no pensaba mucho en los demás. Pero Dios lo amaba, y el libro de Génesis muestra cómo Dios persiguió y ablandó el corazón de Jacob hasta que finalmente comprendió que la bendición de Dios viene sólo por gracia. Esa verdad cambió la actitud de Jacob hacia Dios y hacia los demás. Y esa es una lección que todos necesitamos aprender. Puede que nuestros desafíos y pecados no sean los mismos que los de Jacob, pero necesitan de igual manera el poder transformador de Cristo. Todos necesitamos profundamente la seguridad de que Dios nos salvará. Y por su gracia, todos los que creen en Jesucristo, el Hijo de Dios, como Salvador, serán transformados para disfrutar de una vida plena con él para siempre.
Joel Vande Werken
Joel Vande Werken ha sido pastor desde el año 2007, sirviendo en iglesias en Sussex, Nueva Jersey, y en Whitinsville, Massachusetts. Él y su esposa, Brandie, tienen cuatro hijos pequeños.