02 de octubre del 2023
Génesis 25:27-34
POR UN PLATO DE LENTEJAS
“—Primero dame a cambio tus derechos de hijo mayor —contestó Jacob”.Génesis 25:31
Jacob y Esaú eran muy diferentes. Esaú era un hombre de caza y eso lo hizo el favorito de su padre. Jacob era una persona de casa, y el favorito de su madre. Pero Raquel contaba con información confidencial: Dios le había profetizado que el mayor, Esaú, serviría al menor, Jacob (Génesis 25:23). Y en este ambiente de rivalidades, la información es poder. Jacob conoce su destino, pero no tiene la paciencia para esperar a que Dios actúe. ¿Alguna vez te has sentido frustrado por la sensación de que no recibes lo que mereces? Jacob sabe que Dios tiene la intención de bendecirlo, pero, por si al caso, toma medidas para asegurarse esa bendición. Y aprovechando el cansancio y el hambre de su hermano Esaú, logra que éste le ceda sus derechos de hermano mayor, a cambio de un plato de lentejas. Hay creyentes que, como Jacob, ven la bendición de Dios como algo que deben obtener o merecer, y piensan que deben asegurarla mediante algún tipo de negociación. Pero las bendiciones de Dios son un regalo inmerecido. Ya han sido compradas por la sangre que Cristo derramó por nosotros en la cruz. Sin embargo, como la historia de Jacob nos muestra, puede llevar toda una vida dejar de lado nuestra tendencia humana a no permitir que Dios actúe y recibir su amor como un regalo. Ora para que el Espíritu de Dios te ayude a aprender esa lección.
Dios misericordioso, a menudo tratamos de apoderarnos de lo que tú te deleitas en ofrecernos como regalo. Ayúdanos a mirar hoy a Cristo, quien ya pagó el precio de tu bendición por nosotros. Amén.
Jacob es uno de mis personajes favoritos de la Biblia. Pero no creo que me hubiera gustado tanto si lo hubiese conocido al principio de su vida. Era astuto, manipulador y hábil. Actuaba por interés propio y no pensaba mucho en los demás. Pero Dios lo amaba, y el libro de Génesis muestra cómo Dios persiguió y ablandó el corazón de Jacob hasta que finalmente comprendió que la bendición de Dios viene sólo por gracia. Esa verdad cambió la actitud de Jacob hacia Dios y hacia los demás. Y esa es una lección que todos necesitamos aprender. Puede que nuestros desafíos y pecados no sean los mismos que los de Jacob, pero necesitan de igual manera el poder transformador de Cristo. Todos necesitamos profundamente la seguridad de que Dios nos salvará. Y por su gracia, todos los que creen en Jesucristo, el Hijo de Dios, como Salvador, serán transformados para disfrutar de una vida plena con él para siempre.
Joel Vande Werken
Joel Vande Werken ha sido pastor desde el año 2007, sirviendo en iglesias en Sussex, Nueva Jersey, y en Whitinsville, Massachusetts. Él y su esposa, Brandie, tienen cuatro hijos pequeños.