25 de julio del 2023
Proverbios 13:22-25
ADMINISTRANDO LA RIQUEZA
“En el campo del pobre hay comida abundante, pero mucho se pierde donde no hay justicia”.Proverbios 13:23
En el antiguo Israel, el pueblo tenía la orden de dejar una parte de las cosechas de sus campos para la gente pobre. Entre la gente que se beneficiaba de esta práctica estaban los extranjeros, las viudas y los huérfanos (véase Deuteronomio 24:19). En el libro de Rut tenemos un ejemplo de la forma en que la obediencia a este mandato libró a dos mujeres viudas de morir en la indigencia (véase Rut 2). Dios ordenó a los israelitas que siguieran reglas como esta para que la justicia fuera parte normal de su vida cotidiana. Su pueblo estaba llamado a administrar su riqueza de manera que pudiera ayudar a las personas desfavorecidas. La bendición de una cosecha y la abundancia de alimentos eran una invitación a abrir el corazón a los pobres y necesitados, como el pasaje de hoy nos enseña. En nuestro caso tal vez no vivimos de trabajar la tierra, pero en cualquier labor que desempeñemos podemos ahorrar parte de nuestros ingresos y compartir una parte con las personas menos afortunadas. Conozco personas que reservan parte de sus compras para un banco de alimentos local, y otras que ofrecen una habitación vacía de su casa a una persona necesitada. Las oportunidades son muchas. ¿Cómo podrías aplicar este principio a tu propia vida y mostrar la bondad de Dios a las personas que no están pasando por una buena situación?
Dios de gracia, danos un corazón lleno de amor y justicia para ayudar a aquellos que son menos afortunados que nosotros. Te lo pido en Cristo, Amén.
Durante gran parte de mi vida, evité el libro de Proverbios en la Biblia. Simplemente no me intrigaban ni interesaban sus breves y concisas declaraciones, que parecían no aplicarse mucho a mi vida. Había poca o ninguna narrativa o historia, y no alcanzaba a ver mucha conexión con la historia bíblica. Tampoco parecía haber alguna conexión con Jesús. Pero cuando leí el libro de Proverbios hace unos años, me sorprendió la frecuencia con la que las enseñanzas de Jesús se reflejan en estas palabras. Eso es porque los dichos sabios y la sabiduría general que se encuentra en Proverbios fluyen de la sabiduría de Dios, manifestada en el don de Jesucristo, el Hijo de Dios, nuestro Señor y Salvador. Este mes, les invito a que redescubramos el libro de Proverbios y reflexionemos sobre algunos de los tesoros que ofrece. Nos centraremos en una serie de proverbios que se encuentran en la primera mitad del libro, y mi oración es que estas páginas le inspiren a explorar más el libro. Oramos porque Jesús nos conceda el Espíritu de sabiduría mientras buscamos conocerlo más.
Jenna Fabiano
Sirve en el ministerio en la Iglesia Willoughby en Langley, Columbia Británica. Ella y su familia viven cerca de Coquitlam, B.C.