Proverbios 12:16-21
¿ENFRENTAR LAS OFENSAS?
“El necio muestra en seguida su enojo; el prudente pasa por alto la ofensa”.Proverbios 12:16
“Los palos y las piedras pueden romperme los huesos, pero las palabras no pueden hacerme daño” dice la gente, aunque a mí me parece una frase un tanto inexacta. Las palabras duras, los apodos e insultos en realidad duelen, especialmente cuando vienen de personas en quienes pensamos que podíamos confiar. Un insulto nunca se siente bien, aun si viene de un extraño. Por eso nos defendemos de manera instintiva y devolvemos la ofensa. La gente no debería tratarnos de esa manera, pensamos, y probablemente tengamos razón.
Pero este Proverbio parece decir lo contrario. ¿Por qué? ¿Por qué sería una necedad que nuestra molestia aflore de inmediato, y signo de prudencia pasar por alto un insulto? ¿No daría esto pie para que las personas sigan haciendo daño a los demás? Seamos claros: es importante que el comportamiento inapropiado e hiriente se trate de manera adecuada. Pero esto no significa que la manera de reaccionar sea responder con el mismo tipo de comportamiento.
Recuerde a Jesús. De acuerdo con el profeta, “los hombres lo despreciaban y lo rechazaban… Como a alguien que no merece ser visto, lo despreciamos, no lo tuvimos en cuenta" (Isaías 53:3). Jesús pudo pasar por alto cientos, o más bien miles de insultos, burlas y rechazos porque sabía quién era, cuál era su llamado y lo tanto que el Padre lo ama. ¿Podemos hacer lo mismo?
Padre, enséñame a vivir en tu amor, y a recordar en quien me he convertido gracias a ti, sin importar lo que la gente pueda decir. En el nombre de Cristo, amén.