15 de junio del 2023
Éxodo 20:1-17
LA LEY DE DIOS
"No tendrás dioses ajenos delante de mí… No te harás imagen… no te inclinarás a ellas".Éxodo 20:3-5.
Vivimos en un mundo regido por reglas y leyes que tenemos que respetar y cumplir. Es necesario que así sea, no sea que la sociedad acabe en el caos y la anarquía. Desgraciadamente, existe una tendencia a modificar o ajustar las leyes a nuestra conveniencia, que ocurre en cualquier lugar. ¿Cree usted que esto puede suceder con las leyes divinas sin que suframos las consecuencias? La existencia de Dios y nuestra relación con él no son cosas dejadas al arbitrio humano. Dios mismo legisló esa relación en los diez mandamientos que se encuentran en Éxodo 20. Aunque mucha gente conoce de memoria cuáles son estos mandamientos, son pocos los que lo obedecen en la forma en que fueron establecidos. "No tendrás dioses ajenos delante de mí" y "No te harás imagen..." son expresiones que dejan claro que hay un solo Dios al cual adorar e invocar. Piense en cómo afectan estos mandamientos la oración genuina. Aquí tenemos una seria advertencia a quienes acostumbran dirigir sus plegarias o doblar sus rodillas ante altares o imágenes. Además de que tales imágenes no tienen poder, hacerlo significa violar de manera flagrante el mandamiento divino. Sólo Dios, a través de Jesucristo, nuestro único mediador, puede hacer que nuestras oraciones sean contestadas. Dios no admite ninguna competencia. Reflexiona en esto y acéptalo como regla para tu vida de oración diaria.
Señor, soy consciente de que solo a ti debo elevar mis pensamientos y oraciones. Ayúdame a confiar solo en tu poder. En el nombre de Cristo, amén.
Nuestro Dios no es alguien distante, que, como muchos piensan, se queda allí en el alto del cielo, sentado en su trono, como un espectador que todo lo ve. ¡No! Nuestro Dios es un Dios que se relaciona, y la forma más significativa que tenemos para comunicarnos con Él es a través de la oración. A diferencia de Moisés, que habló con Dios cara a cara, nosotros tenemos la oportunidad de hacernos escuchar por el Creador a través de Cristo, nuestro Sumo Sacerdote. Algunos hombres y mujeres tuvieron el honor de estar en persona con Jesús, el Hijo del Dios Altísimo, pero muchos lo ignoraron a él y a otros. ¿Cuándo oras y cuántas veces lo haces? ¿Solo en las ocasiones en que te reúnes en la iglesia? ¿Cada vez que enfrentas dificultades o necesitas tomar una decisión? Adquiera el hábito de hablar con Dios diariamente. Haga de su vida sinónimo de oración y las respuestas que escuchará del Dios de la vida le sorprenderán.
Edison Souza
Periodista y Presbítero en La Iglesia Presbiteriana de Campinas, São Paulo, Brasil.