Salmo 23:1-6
FELICIDAD DE TENER AL SEÑOR
“Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo”.Salmo 23:4
En el lugar donde vive tal vez no haya valles oscuros como los que el salmista David conocía. Pero si hay llamadas telefónicas amenazadoras, diagnósticos médicos sorpresivos, crisis matrimoniales inesperadas. Al igual que en un valle oscuro en que merodea el peligro, estas situaciones amenazan con hundirnos en la desesperación en lo que nos parece un callejón sin salida.
¡Qué bendición es contar en esos momentos con una compañía segura y confiable! El salmista no se dejaba arrastrar por el temor porque sabía que contaba con la presencia del buen pastor. Él había disfrutado de su compañía en los tiempos de bonanza y tranquilidad. En los tiempos en que nada falta, en que el descanso y el alimento están garantizados, Dios había estado a su lado. Y él está convencido que el buen pastor no lo abandonará en los tiempos difíciles. No lo hará porque su promesa no es solo estar con nosotros aquí en esta vida, sino por toda la eternidad.
Las ovejas de Jesús están felices porque él es el buen pastor, grande y supremo. Él suple todas las necesidades de sus ovejas. Jesús los protege de los lobos y los protege del mal. Incluso pasando por los valles más oscuros de la vida las ovejas de Jesús no deben temer, porque su pastor ha vencido a la muerte. Él ya le quitó el aguijón a la muerte y ahora nos ofrece, gratis, por la fe, una vida feliz y eterna.
Señor, en ti tengo paz en todo momento, porque siempre estás conmigo. La certeza de tu presencia a mi lado me asegura que estoy a salvo en tu brazo omnipotente. Por Cristo, amén.