Proverbios 11:23-31
UN LEGADO VACÍO
“Al que descuida su casa, nada le queda…”
Proverbios 11:29
¿Se encuentra su familia entre sus más altas prioridades o está descuidando esa responsabilidad en favor de otras ocupaciones? No es necesario ser demasiado perceptivos para darse cuenta que la dinámica de la vida familiar ha cambiado mucho en los últimos tiempos. No sé si sea su caso, pero los padres actuales invierten más tiempo en otras cosas que en una relación saludable con los hijos o como esposos. Les preocupa más tener un buen vehículo, o una buena casa, o inscribir a los hijos en las mejores escuelas.
La advertencia de este pasaje es oportuna. En lugar de “nada le queda”, otra versión dice, “acaba perdiéndolo todo”. En cualquier caso, suena bastante fuerte. ¿No le parece un doloroso final para una responsabilidad tan grande conferida por Dios?
Para evitar un final así, vale la pena estar dispuesto a hacer ajustes en nuestra escala de prioridades. Y si ahora mismo, el Señor te está dirigiendo a la convicción de que necesitas hacer cambios inmediatos en tu vida familiar, cuenta con que si hay alguien que está más que deseoso de apoyarte, es el Señor. Tal vez no llegues a ganar el mundo o a alcanzar el reconocimiento por tus logros personales, pero, ¿crees que hay algo más gratificante que entregar buenas cuentas a Dios de lo que hemos hecho con nuestra familia?
Perdóname Señor, si he puesto otras cosas como prioridad antes que mi comunión contigo y mi familia. Te pido que me des sabiduría para procurar a mi hogar y cuidar de él. En Jesús, amén.