Mateo 1:1-11
ESPOSAS DESESPERADAS
“Judá engendró de Tamar a Fares.., Salmón engendró de Rahab a Booz, Booz engendró de Rut a Obed.., y el rey David engendró a Salomón de la que fue mujer de Urías ”.Mateo 1:3,5,6
Hay algo que llama la atención en la genealogía de Jesús que aparece en Mateo. Por lo general, los registros cronológicos judíos incluían solo varones, sin embargo, él inserta en esta genealogía, tan hábil y simétricamente delineada, a cuatro mujeres del Antiguo Testamento. No se trata, por cierto, de una selección descuidada y al azar; Mateo ha escogido cuidadosamente qué mujeres incluir.
Tamar, Rahab, Rut y Betsabé. ¡Qué cuarteto! Las tres primeras eran con toda seguridad de origen gentil. Betsabé probablemente también lo fuese, ya que su esposo, Urías, era heteo. La intención es obvia: ningún judío, ni siquiera el Mesías, puede reclamar pureza de sangre. Pero más que eso, Mateo quiere dejar patente, desde el principio, que los gentiles han estado incluidos en el plan de Dios desde mucho antes de la aparición de Jesucristo.
Y hay otro detalle: ninguna de ellas tuvo un camino fácil para ser incluida dentro del pueblo de Dios. Al contrario, sus vidas estuvieron involucradas en situaciones morales escandalosas, y, en algunos casos, en peligro de perder la vida. Verlas en una lista difícilmente harían a alguien exclamar con orgullo: ésa es mi abuelita. Pero ése es el punto: ellas son un ejemplo vivo de la gracia de Dios obrando en la vida de hombres y mujeres. No lo olvide.
Padre celestial, te alabamos porque nos recibes como tus hijos a través de Jesucristo, independientemente de nuestro pasado. En su nombre, amén.