Deuteronomio 16:18-20
IGUAL A TODOS
“No perviertan la justicia; no hagan ninguna diferencia entre unas personas y otras…”
Deuteronomio 16:19
Todos, dice Moisés, deben practicar la justicia sin importar dónde se encuentren. Pero decirlo no hace que se cumpla. El pueblo de Dios necesitó de ayuda para mantener su integridad. Así que los jueces y ancianos entre las tribus administraban justicia de manera igualitaria. Sin embargo, cualquiera que sea la situación de uno en la vida, la tentación de sobornar a un funcionario o de distorsionar una palabra sabia para beneficio personal siempre está ahí.
Como pueblo de Dios, necesitamos ese liderazgo. Echemos un vistazo a la historia de la iglesia mundial. En los últimos capítulos de Jueces, o en la primera carta de Pablo a los Corintios, encontraremos soborno, tergiversación de la verdad, desigualdad y abuso. Los culpables de estas injusticias fueron a menudo aquellos llamados a hacer justicia: los jueces y ancianos, los obispos, ministros y diáconos. Es que cuando una persona tiene una mayor posibilidad de hacer justicia, también tiene una mayor oportunidad de torcer una causa justa, a veces para beneficio personal o debido a la presión de personas poderosas.
El pueblo de Dios necesita ejercer un liderazgo justo. Sin esto, todos terminarán haciendo lo que es correcto a sus propios ojos. Los líderes de la iglesia también necesitan apoyo en oración para que puedan practicar la justicia con integridad.
Llena a los líderes de tu pueblo con tu Espíritu, Señor, para que sean sabios y justos. En el nombre de Jesús, amén.