04 de diciembre del 2021
Lucas 9:28-36
NUESTRO PRIVILEGIO PRESENTE
“Jesús subió a un cerro… acompañado de Pedro, Santiago y Juan. Mientras oraba, el aspecto de su cara cambió, y su ropa se volvió muy blanca y brillante”.
Lucas 9:28-29
¡Vaya trío! Tome nota porque es la única vez que estarían juntos aquí sobre la tierra. No, no me refiero a Pedro, Santiago y Juan. Hablo de Jesús, Moisés y Elías. Estaban allí, en una reunión cumbre, hablando como viejos amigos, porque lo son. ¿El tema? “Hablaban de la partida de Jesús de este mundo, que iba a tener lugar en Jerusalén” (v. 31).
Lo que destaca el pasaje es la atmósfera del momento: Jesús, al igual que Moisés y Elías, rodeados de esa gloria que se hará patente cuando estemos en…gloria. Es una experiencia única, irrepetible, pero faltaba algo más. Cuando Moisés y Elías desaparecen, Dios mismo hace acto de presencia desde una nube para declarar: “Este es mi Hijo amado; a él oíd” (v. 35). ¿Cuál es el núcleo de la plática y el mensaje del cielo? Jesús, el Hijo de Dios.
Hay mucha gente que suspira por una experiencia como ésta. Hay incluso algunos que afirman haber vivido algo parecido al hacer un viaje al cielo, y hasta han escrito acerca de esto. Es sorprendente porque los discípulos no hablaron del asunto por muchos días. Y si revisamos sus cartas, solo Pedro lo menciona de manera casual (2 Pedro 1:17). Lo más importante para nosotros es hablar de Cristo, como el Hijo de Dios, y del significado de su muerte en la cruz. Así estaremos en sintonía con lo que es el mensaje central de la Escritura.
Padre, ayúdame a hablar de tu Hijo, de una manera que glorifique su persona y enaltezca su obra. Te lo pido en su nombre, amén.
El apóstol Juan es uno de los creyentes en Jesucristo más bendecidos. Fue compañero íntimo de Jesús, tuvo una larga carrera ministerial y disfrutó de una visión completa del plan de Dios para la historia. Un currículo así lo hubiera hecho una celebridad en nuestro tiempo. Pero él nunca buscó atraer los reflectores hacia sí mismo. Su pasión era hablar y predicar de Cristo, de su amor por nosotros y de sus maravillosos planes para nuestra vida. Pero, sobre todo, Juan nos ofrece los fundamentos y recursos para prepararnos para cumplir lo que es la meta de la vida de cada creyente: ser semejantes a Jesucristo. Leamos este devocional que es un testimonio de alguien que, al haber conocido a Jesús, puede hablarnos de lo que seguir al Maestro significa.
Huascar de la Cruz
Es casado y tiene cuatro hijos. Ha sido pastor en México por largo tiempo, y en la actualidad funge como el director del Ministerio Reforma.