13 de marzo del 2021
2 Corintios 5:11-21
OBLIGADO A AMAR
“El amor de Cristo se ha apoderado de nosotros... Y Cristo murió por todos, para que los que viven ya no vivan para sí mismos, sino para él, que murió y resucitó por ellos”.
2 Corintios 5:14-15
El uso de la palabra “obligar” en conexión con el amor a Dios y al prójimo puede sonar extraño. ¿Cómo puedes imponer el amor y la bondad? ¿No deberían fluir naturalmente?
La Biblia a menudo muestra que el odio fluye naturalmente del corazón humano, y puede ser tan implacable y destructivo como un río poderoso que corre por donde quiere. Lo mismo ocurre con la codicia y otros deseos egoístas. Sólo una fuerza externa, un sistema de diques o presas, puede obligar a un río crecido a cambiar de curso para evitar inundaciones y destrucción. Pero si se rompe un dique o una presa, ¡cuidado!
Solo una fuerza externa sobrenatural puede descarrilar nuestras pasiones naturales. Por eso Pablo señala el amor incondicional y convincente de Dios en Cristo. El amor de Dios no solo redirige nuestras pasiones e impulsos naturales, sino que transforma su fuente: el corazón. Así como la vasija vacía de la viuda dio suficiente aceite para satisfacer sus necesidades, el amor de Cristo llena los corazones y las vidas de quienes lo aman y le sirven.
Cuando el amor de Dios llena nuestros corazones, nos impulsa a amar como somos amados. Y como no deja lugar al odio o la codicia, el amor de Cristo nos libera de nuestros deseos egoístas. ¿Ha experimentado el amor de Cristo? Si es así, ¿fluye ese amor hacia quienes te rodean?
Dios amoroso, haz que amemos como tú nos amas. Que tu amor fluya a través de nosotros a un mundo que necesita desesperadamente tu amor. Amén.
Esta simple pregunta tiene respuestas complicadas. Tal vez usted está sentado en una silla cómoda en la sala, o frente a su computadora en su oficina o sosteniendo un teléfono mientras camina. Esas son respuestas geográficas a la pregunta, y también podrían no ser de mucha ayuda, como si respondiéramos “en el planeta Tierra” o “dándole la vuelta al sol como todos los días”. Pero “¿Dónde estás?” podría estar buscando una respuesta espiritual. Dios hizo esa pregunta a Adán y Eva en el Jardín del Edén, después de que cayeron en el pecado (Génesis 3:9). Y nos hace esa pregunta hoy. No está buscando una respuesta física. Quiere saber dónde estamos en nuestro caminar con él, dónde estamos espiritualmente. Nuestro tema de marzo para las devociones del Cada día, nos ayudará a responder a esa pregunta. Vamos a examinar las dificultades y tentaciones que enfrentamos en la vida cristiana y veremos cómo podemos ser fortalecidos para luchar contra el pecado. Y cerca del fin de mes seguiremos a Jesús mientras viaja por el camino a Jerusalén para ofrecerse en sacrificio por nuestros pecados. Al leer los devocionales Cada día de este mes, ¡que se refresquen, se reenfoquen y se renueven en la Palabra de Dios!
Arie C. Leder
Arie C. Leder fue maestro de Antiguo Testamento en el Seminario Calvino de Grand Rapids, Michigan. Él también sirvió como pastor en Canadá y fue misionero en América Latina por varios años. Arie ha dedicado gran parte de su carrera al estudio del pentateuco y los libros históricos.