1 Pedro 4:7-11
AMOR INTENSO
“Haya sobre todo mucho amor entre ustedes, porque el amor perdona muchos pecados”. 1 Pedro 4:8
El apóstol Pedro está escribiendo a los creyentes de la dispersión. La persecución y la injusticia pueden verse por todos lados. En este ambiente de sufrimiento, la desconfianza y la frialdad pueden anidarse sutilmente en el corazón. Consciente de esto, Pedro enseña que debemos tener cuidado de que, sobre todo, el amor con el que debemos amarnos los unos a los otros sea intenso. Un amor común no es suficiente. Las formalidades en las relaciones no son suficientes.
Para enfrentar tiempos hostiles se necesitan actitudes superiores. Para soportar el sufrimiento, se necesitan acciones y reacciones sobrenaturales. Para soportar el dolor se necesita un amor genuino unos por otros. Pedro no sólo da la orden, también ofrece la justificación. El amor no promueve las luchas, no pone leña en el fuego, no acelera el proceso de desconfianza, sino que el amor cubre multitud de pecados.
Por supuesto, Pedro no está enseñando que el amor tiene el poder de expiar los pecados. Eso es algo que sólo la sangre de Cristo puede hacer. Lo que él dice es que cuando amamos intensamente estamos dispuestos a perdonar en lugar de tomar represalias. Tendemos a ver lo mejor en el otro en lugar de resaltar sus pecados. Tenemos un corazón inclinado a la misericordia y no a un espíritu rencoroso que alimenta la amargura.
Padre amado, sana nuestras heridas. Danos la gracia del perdón; quita todo rencor y amargura almacenada en nuestro corazón. En Cristo Jesús, Amén.