18 de febrero del 2021
Romanos 13:7-10
EL AMOR PRACTICA EL BIEN
“El que tiene amor no hace mal al prójimo; así que en el amor se cumple perfectamente la ley”.
Romanos 13:10
El apóstol Pablo, como fiel intérprete de las Escrituras, afirma que el amor no practica el mal hacia el prójimo y, por eso, es el cumplimiento de la ley. Lo que está en juegos aquí obviamente es nuestra relación horizontal con nuestro prójimo. Pablo tiene en la mira aquí la segunda tabla de la ley, donde aparecen los seis últimos mandamientos del decálogo.
Quien ama a padre y madre no los va a deshonrar, sino se deleitará en obedecerlos. Quien ama al prójimo no va a atentar contra su vida, antes buscará protegerlo. Quien ama al prójimo no va a afrentar su honra, sino va a promover su integridad moral y su pureza sexual. Quien ama al prójimo no va a hurtar sus bienes, antes se va a empeñar en que ellos sean preservados y protegidos. Quien ama al prójimo no va a abrir la boca para difamarlo, sino que va a cubrirlo de honra.
Quien ama al prójimo no va a codiciar lo que le pertenece, sino va a suplir sus necesidades de todo corazón y hasta compartirá de sus posesiones. El amor no practica el mal contra el prójimo. Por eso es que toda la ley puede ser resumida en el amor. Se trata de un amor que no se esconde cobardemente bajo el manto de la omisión, sino es activo y práctico. El amor no solo deja de hacer el mal; ¡también hace lo bueno!
Oh, Dios, examina nuestros corazones, quita toda envidia hacia nuestro prójimo, perdona si hemos sido pasivos en cumplir con lo que tú nos mandas. En Cristo Jesús, Amén.
Siento gran alegría al presentar a nuestros lectores el Cada día de Febrero del 2021. Este devocional se ocupa del tema más importante de la agenda cristiana: el amor. No es un asunto trivial o secundario, sino la esencia misma del Evangelio. El amor es el mandamiento más grande. Es el cumplimiento de la ley. Es la manifestación plena de la justicia. Sin amor no hay cristianismo, pues quien no ama no conoce a Dios. Quien no ama al prójimo no puede amar a Dios. Aquellos que fueron transformados por el amor de Dios deben expresar este amor dando su vida por sus hermanos y hermanas. Jesús fue categórico al afirmar que debemos amar a nuestros hermanos como él nos amó. Este amor es el argumento irresistible y la evidencia capital de que somos sus discípulos. Lee estos mensajes rogando a Dios que ilumine su corazón y toque su vida, trayendo transformación en las áreas que necesitan ser restauradas por Dios. ¡Oramos por usted!
Hernandes Dias Lopes
Es casado y tiene dos hijos. Es pastor presbiteriano, conferencista, autor y presentador. Tambien es director del Ministerio en Português “Luz para el Camino”, en Campinas, San Pablo - Brasil.